lunes, 3 de octubre de 2011

Capitulo 6- No le vas a volver a ver.

Alli estaba él. Intenté parecer normal, pero no podía, rebosaba de felicidad. La chica me miró y sonrió al ver mi cara.
Salimos del instututo y nos subimos en su moto. Me agarrae fuerte a él y cerre los ojos. Esto no podía estar pasando, todo era un sueño, nunca pensé que me volvería a enamorar de alguien después de lo que paso
con Hector. El amor que sentí por él fue mucho más de lo que hubiera podido desear cualquier persona, pero todo acabó con lágrimas y más lagrimas.
                                                   FLASHBACK:
Llegaba de las clases particulares, cuando ví la bicicleta de Hector atada a la farola del parque de enfrente, pensaba que me estaba esperando cuando al acercarme le ví besandose con una chica rubia. No me lo podía creer
empecé a pensar que mis ojos me estaban engañando que ese no era él. Me tenía que asegurar. Me acerqué lentamente y sí era él. Intente irme sin que él me viera, pero fue imposible se dió la vuelta como si se lo esperara y me miro.
Intente salir corriendo, pero él salió disparado hacía mi cogiendome. Me quite la mano de encima intentado poder huir, pero no podía.
Llegue a mi portal, intentado abrir, él me agarro deciendome que me quería. Le aparté y entre dejando atrás todo el pasado. Prometiendome que nunca más me enamoraría.
                                                  FINAL FLASHBACK
Deje de pensar en eso, ya no me importaba ahora estaba con un chico maravilloso, al que quería y no dejaría escapar nunca.
Abrí los ojos y noté que la moto no estaba encendida y Jake me estaba mirando. Decidí besarle en la mejilla y bajar de la moto. Nos encontrabamos en unas urbanizaciones. ¿Qué coño haciamos alli?
   E: Jake, qué hacemos aqui?
   J: vamos a ir a mi casa.
   E: tú vives aqui?
   J: no vivo un poco más lejos, pero a los vecinos no le gusta que vallamos en moto.
   E: aah vale, pues cuando quieras...
   J: te vas a asombrar mucho de donde vivo.
Nos dirijimos hacía la casa. Llegamos a una verja de color dorado. La abrimos y pude observar el jardin que había. No me lo podía creer como podía vivir aqui alguien como Jake no lo parentaba nada.
Me cogio de la camo entrelazando sus dedos en los mios dirigiendonos hacia la casa.
Me llevo hacía su cuarto, era del todo opuesto al resto de la casa. La casa estaba decorada con un estilo elegante y de colores claros y relajantes; su cuarto estaba decorado con muebles negros y las paredes pintadas de rojo,
había posters de motos y cantantes de rock. Aunque su cuarto no era de mi estilo había algo que me hacia sentir segura.
Me abrazó por detrás besandome en la mejilla susurrandome si me gustaba.
   J: te gusta?
   E: sí, es algo diferente a mi estilo, pero me relaja.
   J: qué te relaja? he intentado que sea de todo menos relajante.
   E: puede que me relaje porque sea tu cuarto, me siento segura aqui.
   J: puede ser. Va a ser la hora de la comida, si quieres hacemos un picnik en el jardin.
   E: cariño... yo tengo que estar en casa a las cuatro...
   J: por supuesto, yo te llevo luego. Me gusta que me llames cariño.
No podía creerme la facilidad que tenía para sacarme una sonrisa. Nos dirijimos hacía la cocina para cojer comida. Jake abría cajones y cajones sin encontrar nada de comida. La escena era cómica, pero se podía observar
que pasaba poco tiempo en casa o nada.
   E: quieres qué te ayude a buscar comida?
   J: es que no la encuentro...
   E: haber mira en la nevera y en los cajones de al lado de ella. Se ve que pasas poco tiempo en casa.
   J: la verdad es que solo vengo aqui a dormir.
   E: ya lo veo.
Una vez encontrado algo de comida nos dirijimos a uno de los jardines de su casa, me llevo a un jardin que por lo visto conocía muy bien. Estabamos rodeados de rosas de todos los colores, era algo verdaderamente hermoso.
Nos sentamos debajo de un árbol y empezamos a hablar de temas que verdaderamente no eran importantes, pero lo importante era que estabamos juntos. Empezamos a comer poco a poco mirandonos a la cara cada vez que podiamos.
Al acabar me tumbe encima suya apoyando la cabeza en su pecho. Empezamos a mirar las nubes intentando descifrar las formas que hacían imaginando que en todo el mundo había dos enamorados mirando las mismas nubes y soñando
con lo mismo.
Era feliz, pero mi felicidade duró poco con una llamada de movil.
   D: Elisabeth, dónde estas?
   E: pues, con unas amigas comiendo.
   D: ya.. estas otra vez con ese chico, me han llamado del instituto preguntando que cosa tan urgente había pasado, y me acabo de enterar que te he ido a recoger.
   E: esto... Dani eso fue un error.
   D: me da igual que fuera un error quiero verte en casa dentro de media hora, no vas a volver a ver a ese chico.
   E: no puedes hacerme eso.
   D: pues te lo hago, no le vas a volver a ver.

5 comentarios: